Desde Wesselton nos hemos comprometido a vender únicamente diamantes procedentes de fuentes libres de conflictos. Siempre hemos insistido en que nuestros proveedores también demuestren el origen de todos los diamantes y que los compren exclusivamente de regiones libres de conflictos.
Impacto del Proceso de Kimberley en el comercio de diamantes
Con el Proceso de Kimberley, que se puso en marcha en mayo de 2000, se busca poner fin al comercio de diamantes conflictivos mediante la emisión de certificados de origen controlados por el Estado. Estos diamantes conflictivos (también conocidos como “diamantes de sangre”) son diamantes (en bruto) con cuya venta se financian conflictos armados.
En la actualidad, en el Proceso de Kimberley 54 participantes representando a un total de 80 Estados se comprometen a permitir que solo los diamantes certificados como no provenientes de zonas de conflicto entre en el comercio legal. Los Estados miembros de la UE participan en el Proceso de Kimberley a través de esta organización. La industria del diamante y diferentes ONG (organizaciones no gubernamentales) también están representadas en el Proceso de Kimberley. La presidencia de los Estados participantes rota anualmente.
¿Cómo se implementa el Proceso de Kimberley?
Para poder participar en el Proceso de Kimberley, los países deben cumplir unos requisitos mínimos (los llamados “minimum requirements”). Entre estos requisitos se encuentra la implementación de los reglamentos del Proceso de Kimberley en la legislación nacional y la creación de autoridades de control. Entre otras cosas, estas deben realizar controles en la importación, la exportación y el suministro de diamantes. Además, los Estados participantes se comprometen a proporcionar datos estadísticos al Proceso de Kimberley.
El comercio de diamantes en bruto puede tener lugar únicamente entre Estados participantes y de conformidad con el sistema de certificación del mismo. Por ejemplo, los envíos de diamantes en bruto deben ir acompañados de un certificado válido con el que se acredite que proceden de zonas libres de conflictos.
La promesa de origen de Wesselton
- Vendemos única y exclusivamente diamantes de zonas libres de conflictos.
- En el llamado “sistema de garantías”, nuestros proveedores están obligados a demostrar el origen de todos los diamantes utilizados.
- Apoyamos firmemente el Proceso de Kimberley, establecido por la industria del diamante para detener el comercio de diamantes provenientes de fuentes de conflictos. Gracias a este estándar, en la actualidad el 99 % de los diamantes que se comercian provenienen de fuentes éticas.
- Los diamantes extraídos de forma justa crean puestos de trabajo. Más de diez millones de personas en todo el mundo han encontrado un puesto de trabajo en la minería, el refinamiento y el comercio de diamantes. En África se han podido construir escuelas, infraestructuras y hospitales financiados con el dinero obtenido en la industria de los diamantes. A la hora de seleccionar nuestros proveedores, prestamos mucha atención a estos factores sociales.
Así funciona el comercio con diamantes de fuentes éticas
Según el tratado de Kimberley, los diamantes conflictivos son diamantes que han sido extraídos de manera ilegal y cuya venta sirve para financiar guerras civiles y otros conflictos violentos. En la actualidad se está debatiendo si esta definición debe ser ampliada en lo relativo a las violaciones de derechos humanos a fin de que tenga un efecto más duradero.
El número de diamantes extraídos ilegalmente creció constantemente hasta que el Acuerdo de Kimberley finalmente fue firmado en 2002. En los años 90 del siglo pasado, hasta el 4% de los diamantes comercializados en todo el mundo eran diamantes conflictivos, con los que diferentes grupos armados financiaban sus sangrientas acciones.
Muchas voces en la industria del diamante reclamaron actuar y poner fin de forma inmediata y definitiva al comercio de diamantes provenientes de esos lugares. En parte por motivos éticos y morales, en parte por motivos comerciales. Numerosos gobiernos en todo el mundo se sumaron a las demandas de la industria del diamante y finalmente, el 5 de noviembre de 2002, se procedió a la ratificación del Acuerdo de Kimberley.
A día de hoy, 54 países (con la Unión Europea representando a todos sus Estados miembros) y todos los países africanos productores de diamantes se han comprometido oficialmente con el Proceso de Kimberley. El cumplimiento de los criterios del mismo es controlado por las Naciones Unidas e implementado conjuntamente por los distintos gobiernos, las ONG y propia la industria del diamante.
Comercio solo con el certificado de origen
Los diamantes en bruto que se comercializan a través de las fronteras de diferentes países deben transportarse en contenedores a prueba de manipulaciones e ir acompañados de un certificado de origen expedido por el gobierno del país en cuestión. Asimismo, solo pueden ser suministrados a países que hayan firmado el Acuerdo de Kimberly. El suministro a países, sin un certificado válido, que hayan ratificado el Acuerdo de Kimberley está prohibido. Los Estados participantes también están obligados a llevar a cabo controles en el país a fin de impedir cualquier comercio ilegal que tenga lugar dentro de sus fronteras.
Además, el llamado “Sistema de garantías” establece que cada proveedor debe proporcionar al receptor una prueba escrita de que los diamantes suministrados provienen de fuentes éticas y libres de conflictos.
En Wesselton sólo ofrecemos diamantes éticos
Nosotros y nuestros fabricantes, estamos en contacto de forma activa con todos los comerciantes de diamantes involucrados. De esta manera, podemos garantizar que las reglas del Acuerdo de Kimberley sean cumplidas y que solo vendamos productos éticos y que no provengan de zonas en conflicto.
En la actualidad, más del 99% de los diamantes que se comercian en todo el mundo provienen de fuentes éticas. Todas las partes implicadas trabajan duro para que en el futuro todos los diamantes en el mercado se ajusten a estas normas.
Al participar en el Sistema de las Garantías, podemos garantizar a todos nuestros clientes que en nuestra gama solo encontrarán productos con diamantes impecables.
Acuerdo de Kimberley: una cadena de valor sin fisuras, contra el trabajo infantil y la explotación
Las dos mayores empresas en la industria del diamante, De Beers y Alrosa, extraen más del 75 % de todos los diamantes en bruto del mundo.
Aproximadamente 150 socios comerciales y empresas mineras – cortadores y comerciantes de diamantes (que se conocen como “sightholder” en inglés) – procesan y venden los diamantes, entre otros por ejemplo a nuestra manufactura. Aquí se elaboran las joyas y finalmente se venden a joyeros o a los clientes.
En el marco del llamado Acuerdo de Kimberley, todas las empresas involucradas se han comprometido a documentar el trayecto de cada piedra preciosa de principio a fin, por medio de estándares y certificados de origen internacionales. Dentro de esta cadena de valor no hay lugar para el trabajo infantil o la explotación.
¿Cómo se está desarrollando actualmente el Proceso de Kimberley?
Gracias a las estrictas directrices y a las medidas de vigilancia adoptadas por los participantes, se han conseguido importantes mejoras en el cumplimiento de los reglamentos en diferentes zonas de extracción de diamantes. En la actualidad, algunos países en los que se extraen diamantes no cumplen los requisitos necesarios y no tienen permitido exportar diamantes en bruto hasta nuevo aviso.
Otros objetivos del Proceso de Kimberley son mejorar la transparencia en la producción, regula la minería y el comercio, prevenir el comercio ilegal y apoyar a los trabajadores de las minas.
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